Así lo estableció un estudio publicado esta semana en la revista británica New Scientist, que describe las prácticas de estos primates.
Tras observar durante 20 meses a unos 50 macacos de cola larga en Kalimantan Tengah, una provincia de Indonesia, Michael Gumert, de la Universidad Tecnológica Nanyang en Singapur, constató que las hembras se apareaban en promedio 1,5 veces por hora, pero que esta frecuencia subía a 3,5 veces por hora si acababan de hacerse despiojar por un macho.
Las leyes del mercado también influían en el valor de esta peculiar transacción.
Si había varias hembras en el área, el precio del acto sexual bajaba drásticamente, es decir, un macho podía "comprar" a una hembra por apenas ocho minutos de despioje. Pero el precio del sexo ascendía a 16 minutos si las hembras escaseaban.
La investigación sustenta la teoría de que las fuerzas del mercado biológico pueden explicar el comportamiento social, indicó la revista británica.
"Hay una muy conocida relación entre la economía y el apareamiento en las especies humanas", dijo Ronald Noe, de la Universidad de Estrasburgo en Francia, autor junto con Peter Hammerstein, de la Universidad Humboldt en Alemania, de la teoría del "mercado biológico".
Así "hay muchos ejemplos de hombres viejos ricos que obtienen los favores de jóvenes mujeres atractivas", apuntó.
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