Así lo comprobaron científicos de la Universidad de Penn State (Pensilvania, E.U.) que buscaban los efectos del alcohol sobre la conducta sexual de estos insectos.
Los biólogos encontraron que cuanto más expuestas estaban al alcohol mayor era su grado de desinhibición sexual y mayor también su interés en relaciones homosexuales. "Si un comportamiento como beber es más placentero cuanto más se hace, se tiende a conservarlo", explicaron.
En este experimento sometieron a las moscas a una exposición constante y diaria al etanol (el componente intoxicante del alcohol) de forma que la conducta podría parecerse a la de los alcohólicos.
Luego identificaron tres moléculas cruciales en el comportamiento desinhibido. En una prueba crearon moscas transgénicas en las que la actividad de la dopamina del cerebro (un neurotransmisor relacionado con el placer) era anulada a 32 grados centígrados de temperatura ambiente.
"Si no cambiaban los grados, los machos con etanol tenían relaciones entre sí, pero al subirlos se bloqueaba la dopamina de sus cerebros y volvían a tener un comportamiento sexual normal, lo que sugiere que este neurotransmisor favorece las relaciones entre varones alcoholizados", dijeron los biólogos a la revista especializada PLoS ONE.
Efectos como en humanos
Según las pruebas, con una exposición corta a la sustancia, las moscas reportaron un incremento de las actividades locomotoras, luego perdieron el control de sus movimientos y luego quedaron sedadas.
En otra exposición, los insectos mostraron los mismos efectos, pero tardaron más en llegar a ese estado final, lo que demostró una tolerancia al efecto sedante del alcohol.
Bajo los efectos del etanol de la segunda exposición, las moscas se cortejaron entre machos usando las mismas técnicas que usan al hacerlo con las hembras.
Normalmente estos insectos evitan el contacto con los de su mismo género y son vigorosos en el ritual de apareamiento: las persiguen, les tocan el abdomen, les mueven las alas, les lamen los genitales y buscan el apareamiento.
Las hembras son inalterables
La exposición al alcohol solo indujo cambios en los machos. Las hembras, que siempre tienen una actitud pasiva en el cortejo, no parecieron verse atraídas por otras de su mismo género después de haber sido sometidas a los efectos del etanol.
Según el estudio, experiencias recurrentes con alcohol no determinan las inclinaciones sexuales de las moscas, pero sí incrementan su excitación y su capacidad para desinhibirse. Pero, los investigadores también descubrieron que el alcohol reduce el rendimiento sexual.
En consecuencia, "este trabajo demuestra que la sexualidad no está solo determinada por el desarrollo de un organismo, sino que puede ser influida por un factor ambiental, como el alcohol", señalaron los científicos.
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