200 il metros cubicos de aire. Esa cifra es la misma que logra la respiración de 20 mil personas durante un día. El aparato aspira partículas y gases nocivos del ambiente y a cambio bota oxígeno.
Es una gran caja azul que en sus lados mide 3,5 x 2,5 metros. Tiene además unas rejillas de aspiración por sus cuatro lados desde los 65 centímetros (al nivel de los tubos de escape de los autos) hasta el tope.
De hecho, ya instalaron uno de esos purificadores urbanos frente al Ministerio de la Producción en una zona céntrica de la ciudad.
Jorge Gutiérrez, uno de los ingenieros encargados de su creación, señala sin embargo que hasta no hacer masivo el proceso y obtener varios de estos pulmones, no es posible cuantificar los beneficios que trae para una ciudad.
El súper árbol "también procesa el óxido nitroso y el óxido sulfuroso y retiene partículas como carboncillo, arenilla, el asbesto de las pastillas de frenos de los autos y hasta caucho producto del desgaste de las llantas".
Aire limpio para la gente
Para hacer más amigable la gran caja, se ha dispuesto que el aire purificado que sale de una de las chimeneas sea dirigido mediante un tubo de plástico flexible hacia abajo, de manera que la gente que pasa por allí pueda introducir su cabeza en el tubo para respirar el aire limpio.
"Muchas personas se quedan allí por minutos y luego dicen sentirse mucho mejor", indicó el ingeniero, quien explicó que la máquina, mediante varios procesos, crea las condiciones termodinámicas adecuadas para que los contaminantes queden fijados en agua.
Esta agua luego es depositada en un desagüe con gases disueltos y queda un resto en lodo estéril. "El agua que sale de la máquina puede contener arenilla o carboncillo lo que la hace no potable pero puede ir al desagüe sin peligro o ser utilizada para riego, por ejemplo", señaló el ingeniero. Por otro lado, el lodo es analizado y permite hacer estudios sobre impacto ambiental.
En la población minera de La Oroya, a unos 250 kilómetros al este de Lima y considerada como una de las ciudades más contaminadas del planeta, sobre todo por las partículas de plomo, hay un gran interés por llevar estas máquinas. "Por el tipo de contaminación que hay allí el lodo que saldría de la máquina tendría que ser llevado a un relleno sanitario", dijo Gutiérrez.
Según señaló, para su funcionamiento la PAU-20 requiere de una energía eléctrica de 2,8 kilowatts por hora. "Apenas un poco más que una aspiradora industrial", dice con orgullo y 60 litros de agua por día. A futuro, dijo, la idea es aprovechar la energía solar.
Hay países interesados
Señaló que la idea ha despertado interés en países como España, E.U., Chile y Corea del Sur, que se han contactado con él para ver si puede implementarse allí.
Gutiérrez indicó que para él y sus socios el tema del medio ambiente es un "negocio del siglo XXI. Le pedimos a las empresas que en vez de gastar en publicidad lo hagan en una máquina que purifica el aire". Y es que sin la empresa privada o el Estado es imposible poner en marcha una de esas máquinas, que tiene un costo de unos 100.000 dólares.
Y vienen otras aplicaciones: la empresa de Gutiérrez trabaja en modelos para hospitales y escuelas, y en otro más para las casas. "Una máquina que elimina bacterias, polvo en suspensión, que te oxigena tu aire. ¿Qué puede haber mejor?", señaló.
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