Tomado de Deutsche Welle:
JUGENE es el nombre de una nueva supercomputadora, que acaba de entrar oficialmente en funcionamiento en Alemania, estableciendo nuevas marcas de velocidad en el procesamiento de datos en Europa.
¿Cómo se forman las galaxias? ¿Cómo se comporta el magma en el interior de la tierra? ¿Cómo se metabolizan las proteínas dentro de las células? Prácticamente no hay pregunta en la ciencia moderna que se pueda responder sin recurrir a complejos modelos. Su elaboración exige cantidades siderales de cálculos. Y, afortunadamente para los científicos, las computadoras están en condiciones de llevarlos a cabo con creciente velocidad. Tal es el caso de JUGENE, la supercomputadora más rápida de Europa, que acaba de ser inaugurada en el Centro de Investigaciones de Jülich, en el occidente de Alemania.
Récord civil
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Los procesadores de la supercomputadora están albergados en 16 módulos del tamaño de cabinas telefónicas.JUGENE es incluso la computadora más veloz del mundo, si se considera sólo a aquellas destinadas al uso exclusivamente civil. El coloso cuenta con 65.536 procesadores y es capaz de realizar 167 billones de operaciones básicas por segundo (teraflops). Para dar una idea, baste decir que su capacidad equivale a la de unos 20.000 PCs como los que habitualmente tiene la gente en su casa. Incluso su rendimiento puede aumentar hasta más de 220 teraflops, si el aparato es exigido al máximo.
En términos absolutos, únicamente lo supera BlueGene/L, una supercomputadora del Gobierno estadounidense, que opera en el Lawrence Livermore National Laboratory, en California, y que puede alcanzar hasta 500 teraflops. Sin embargo, ésta también se utiliza en investigaciones para el ámbito militar.
Disponible para todos
Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Los chips de JUGENE.“La ciencia y la industria necesitan procesadores de máximo rendimiento, la una para realizar investigaciones del más alto nivel, la otra para posibilitar la innovación”, comentó el presidente del consejo directivo del Centro de Investigaciones de Jülich, Achim Bachem. Dicha entidad cuenta ahora en total con tres supercomputadoras, que son utilizadas por alrededor de 200 grupos de trabajo europeos.
Cientificos de todos los ámbitos, desde la física de partículas hasta la medicina y la ecología, pueden inscribirse para utilizar los servicios de JUGENE y sus colegas. Un grupo de especialistas independientes evalúa entonces los proyectos y asigna los tiempos de uso de la supercomputadora.
De teraflops a petaflops
Los expertos de Jülich, sin embargo, no se dan por satisfechos y ya elaboran ambiciosos planes para el futuro. Junto a colegas de 14 países europeos, se proponen desarrollar un prototipo de ultracomputadora que supere los límites de un petaflop (mil billones de operaciones por segundo).
El límite lo pone sólo la imaginación, porque los obstáculos técnicos están ahí para ser superados. Y para eso, lo sustancial es el ingenio humano, pieza además imprescindible para dar sentido a los millones, billones o trillones de datos que puedan arrojar por segundo las turbo-computadoras del futuro. Bachem lo tiene claro y afirma: “apostamos en primera línea por las mentes creativas y no por procesadores”.
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