La última hablante del idioma eyak de Alaska, Estados Unidos, Marie Smith Jones, murió a los 89 años.
Ella hablaba el idioma con fluidez y durante mucho tiempo luchó por preservarlo.
Su familia la ha descrito como una mujer pequeña, que fumaba como una chimenea y que era extremadamente independiente.
Parece que murió mientras dormía.
Smith Jones quería dejar un registro escrito del idioma para que las futuras generaciones de eyak pudieran revivirlo.
Con ese fin, le ayudó a la Universidad de Alaska a compilar un diccionario de la lengua.
Sólo inglés
Según los especialistas, ella era la última eyak de pura sangre y con su muerte el idioma queda extinto.
Cerca de otros 20 idiomas nativos de Alaska podrían correr la misma suerte.
La tierra ancestral de los i>eyak está situada en la parte central del sur de Alaska.
Con su esposo, un pescador blanco de Oregon, Marie Smith Jones tuvo nueve hijos, de los cuales siete aún viven.
Pero ninguno de ellos aprendió el idioma materno porque crecieron en un momento en que sólo se consideraba correcto hablar inglés.
Según Michael Krauss, un lingüista y catedrático que trabajó con ella, el hecho de haber sido la última hablante de su idioma, durante cerca de 15 años, era para ella una responsabilidad trágica, que enfrentó con gran dignidad, gracia y espíritu.
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