La anorexia que padecen algunas personas podría haber sido programada por una hormona a la que estuvieron expuestas durante su gestación en el útero materno, según un estudio que publica el último número de "Archives of General Psychiatry".
La investigación se basó en el análisis de los registros de cerca de 4.500 grupos de mellizos nacidos en Suecia, entre 1935 y 1958.
Sus autores, Marco Procopio, de la Universidad de Sussex (Reino Unido) y Paul Marriott de la Universidad de Waterloo (Canadá), compararon los casos en que estos bebés desarrollaron este desorden alimenticio en el transcurso de su adolescencia y edad adulta .
Para ello tuvieron en cuenta un fenómeno cuya causa todavía sigue siendo un misterio para la ciencia: las mujeres son diez veces más propensas a padecer este temor patológico a engordar que se traduce en conductas que pueden conducir a la inanición e incluso la muerte.
¿Culpa de la hermana?
En su estudio de mellizos del mismo sexo corroboraron las relaciones que hasta el momento se conocen, esto es, un mayor porcentaje de mujeres mellizas anoréxicas que de varones.
La novedad de la investigación se dio en mellizos de sexos opuestos, en cuyo caso los varones terminaron desarrollando la misma enfermedad que sus hermanas.
"Una explicación posible para este fenómeno es que en los embarazos que portan un feto femenino, se genera una sustancia, probablemente hormonal, que incrementa el riesgo de tener anorexia nervosa en la adultez", dicen Procoppio y Marriot en su artículo.
"Debido a que el varón estaría expuesto a esta sustancia, ésta podría determinar el elevado riesgo que se observó en estos casos", agregan.
Los investigadores concluyen que el "estudio es compatible con la hipótesis de que la exposición intrauterina a hormonas sexuales esteroides podrían influenciar la evolución del sistema nervioso e incidir en el riesgo de desarrollar anorexia nerviosa en la edad adulta".
Efecto de las hormonas
Millones de personas sufren esta condición psiquiátrica en la que los individuos llegan a someterse a dietas severas o a purgas o vómitos forzados después de grandes atracones de comidas llegando a situaciones donde sus vidas corren peligro.
Aunque algunos expertos hablan de factores psicológicos como una baja autoestima y los factores culturales del culto a la delgadez, en el último tiempo comenzaron a surgir otras teorías.
Según Susan Ringwood, de la Asociación de Desórdenes en la Alimentación de Reino Unido "hay una importante cantidad de estudios sobre los efectos que producen las hormonas en el desarrollo cerebral".
Aunque calificó de "interesante" la investigación de Procopio y Marriott, advirtió al mismo tiempo sobre la importancia de no perder de vista otros factores como la "percepción de la imagen corporal durante la infancia y la adolescencia".
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