El gobierno de Argentina dijo que podría restringir el turismo en la zona de la Antártica donde el crucero Explorer se hundió el viernes pasado, con el objetivo de evitar una repercusión negativa en el medio ambiente.
La secretaria argentina de Medio Ambiente, Romina Picolotti, quien sobrevoló la zona del accidente, dijo que el hecho dejó una mancha de combustible de cinco kilómetros de diámetro y unos ocho de largo.
La mancha, según Picolotti, es de combustible ligero, diesel marino, y se está dispersando por la acción de los vientos hacia mar abierto.
Sin embargo, la titular expresó que el objetivo de la Antártica no es la actividad turística.
Menos cruceros
"Los estados tenemos que realizar un mayor esfuerzo para ser más rigurosos en los controles" y así proteger el continente antártico, expresó.
"Ahora trabajaremos en limitar el flujo turístico, que en los últimos años se duplicó", dijo la funcionaria.
Este verano se esperan 30.000 turistas en la Antártica, aunque Picolotti convocará a una reunión en los próximos días para estudiar la posibilidad de limitar la cantidad de cruceros turísticos.
El viernes pasado el crucero Explorer, de bandera liberiana, se hundió a unos 1.000 kilómetros al sudeste de la ciudad argentina de Ushuaia, tras chocar con un iceberg.
Los 100 pasajeros y 54 tripulantes fueron rescatados y trasladados a bases de Chile y Argentina.
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